
La ciudad de Montreal se encuentra sumida en el caos tras una tormenta de nieve sin precedentes que dejó más de 70 centímetros de acumulación, paralizando gran parte de la urbe y afectando gravemente la movilidad de sus habitantes.
La intensa nevada, acompañada de vientos que alcanzaron ráfagas de hasta 70 km/h, generó condiciones de visibilidad casi nula, lo que ha complicado el tráfico y obligado a la cancelación de múltiples actividades, incluidos vuelos y servicios de transporte público. Las autoridades han instado a la población a evitar desplazamientos innecesarios y a mantenerse resguardados hasta que las condiciones mejoren.
Los equipos de emergencia trabajan sin descanso para despejar las principales arterias viales y atender las numerosas llamadas de auxilio recibidas. No obstante, la magnitud de la tormenta ha dificultado los esfuerzos, dejando a muchas zonas de la ciudad aún cubiertas por una gruesa capa de nieve.
El alcalde de Montreal, [nombre del alcalde], ha declarado el estado de emergencia y solicitado el apoyo de las autoridades provinciales y federales para enfrentar la crisis. «Estamos viviendo una de las peores tormentas de la historia reciente. La seguridad de nuestros ciudadanos es nuestra prioridad y estamos movilizando todos los recursos disponibles para restablecer la normalidad lo antes posible», señaló.
Las previsiones meteorológicas indican que las condiciones podrían mejorar en las próximas horas, aunque se espera que las bajas temperaturas persistan, dificultando las labores de limpieza y recuperación. Mientras tanto, se ha habilitado una línea de emergencia para atender a los ciudadanos afectados y se han dispuesto refugios para quienes necesiten resguardo ante las inclemencias del clima.
Las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales y seguir las indicaciones de seguridad para evitar incidentes. Se prevé que la ciudad tardará varios días en recuperarse del impacto de esta histórica nevada.